MIROSLAV TICHÝ, EL FOTÓGRAFO VAGABUNDO

Así titulaba el pasado 30 de Abril un artículo el periódico El País; el obituario me llamó la atención al instante, y decidí investigar acerca de este personaje, que murió el 12 del mes pasado.

Estudiante de Bellas Artes, con el Golpe de Estado del 24 de febrero de 1948 en Chequia, su vida da un giro que lo llevará a abandonar, (por cuestiones estéticas, no políticas), el centro de enseñanza. Refugiado en las calles, se despreocupa por su aspecto y por la sociedad que lo rodea, y comienza un periplo de marginalidad que, no obstante, no ha impedido que su obra sea expuesta en varias galerías alrededor del mundo.
Sus cámaras las construía con materiales desechados. Su lema: "Si quieres ser famoso tienes que hacer algo, y hacerlo peor que cualquier persona del mundo entero".

Amante del cuerpo femenino, como un intruso lanzaba más de cien instantáneas diarias, dirigidas a momentos fugaces protagonizados por mujeres. El revelado lo hacía de forma descuidada, de ahí que sus fotografías muestren una estética borrosa, con rayaduras, como sobrexpuestas.
Gracias a la familia Bonexaum, amiga de Tichý desde hacía generaciones, su obra salió a la luz, y hoy podemos recordar a este excéntrico personaje, dotado de una sensibilidad que la sociedad no quiso ver.